lunes, 3 de agosto de 2009

Arqueología tecnológica (y II)

Ha habido un tiempo pasado en los buscadores, cuando solo había servidores ftp, donde se ponía a disposición de la comunidad básicamente software, el problema era el mismo que existe ahora, como buscar algo. Para solucionar el problema apareció un servicio llamado archie, su funcionamiento era sencillo, había que hacer una conexión telnet, se tecleaba una palabra entonces te daba un listado de sitios ftp, con la ruta completa donde se podía encontrar el recurso, tuvo que extenderse el servicio web para que apareciese el primer buscador moderno que indexaba contenidos y que podía consultarse desde una página web, si mi memoria no me traiciona fue AltaVista, más tarde llegaría Yahoo y Google.


Internet ya desde un inicio, apareció como un gran repositorio de recursos, y con esto el problema principal, como encontrar este recurso que yo busco, y que seguramente no sé ni de su existencia, un herramienta como internet que cualquier usuario puede compartir cualquier recurso, en cualquier momento y en cualquier lugar, o el caso contrario retirarlo, podía llegar a ser un tanto caótico, conforme el crecimiento aumenta, el problema también. Para intentar solucionar esto aparecieron los buscadores, el primero con vocación universal fue AltaVista cuyo funcionamiento consistía en intentar indexar cualquier contenido por fuerza bruta, este buscador que nació de HP usaba los nuevos e increíbles, para su tiempo, procesadores Alfa. Cuando apareció Google supuso una revolución ya que consiguió mejorar las búsquedas priorizando por algunos parámetros globales, como el número de páginas que enlazaban el recurso en cuestión, pero todavía no parece que exista ese buscador definitivo, ese que solucione el silencio y el ruido documental, o sea que no aparezcan ocurrencias buscadas, o que aparezcan tantas cosas que sea igualmente inútil la búsqueda.

Uno de los grandes servicios aparecidos últimamente en internet son las redes sociales, y la mensajería instantánea, que pueden parecer algo absolutamente novedoso en internet, bueno pues este rol lo cumplía otro servicio, que tiene una historia cuando menos curiosa, que demuestra que el fin con el que los creadores hacen la cosas, necesariamente no coincide con el uso que le dan los usuarios, y a pesar de todo son un éxito. La Universidad de Copenage, en concreto el departamento de Informática, se le ocurrió crear un juego interactivo, de temática la mitología vikinga, en principio el objetivo era aprender Inglés mientras se divierten los usuarios, es más alguien pensó que si se le dotaba de un runtime y un framework, además los chiquillos aprenderían a programar en C, y no solo eso sino que los “chiquillos” convirtieron el juego en un espacio para relacionarse, la primera red social, esto era Multi User Dungeon, o MUD.

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