sábado, 5 de septiembre de 2009

El Faraón contra Maslow (I)

Todo lo que va mal hay que mejorarlo, y todo lo que va bien también, y esto debe ser la divisa que guie a la mejor organización y a la peor, esto parece ser un verdad universal, como el primer principio de termodinámica, o la segunda ley de Newton, claro que una vez aceptado y asumido, hay que remangarse para ponerlo en práctica, y aquí el consenso esta menos claro, seguramente todos los caminos van a Roma, pero de momento cada uno tiene uno, y llegados a este punto no está claro que terminen en la misma Roma.


Tiempos de crisis, y esto significa menos dinero en los balances de las empresas, pero esto no gusta mucho al dueño, al director general o a quien sea que le digan que va a ganar menos dinero, hay que solucionar esto y para ello hay distintos caminos, el primero y más sencillo despedir temporal o permanentemente a los trabajadores, menos gastos más beneficio. Y en esto que al Gobierno de este país junta a sindicatos de trabajadores y patronales, para consensuar una reforma laboral que ayude a salir de la crisis, esto es una invitación a un banquete, como primer objetivo mejorar las cuentas era de prever un intento de abaratar el despido, y además sin disimulo, claro es normal que a los sindicatos esto no les haya entusiasmado, porque esto es cargar a la crisis a los trabajadores, en primer lugar al que despiden, que le privan de la compensación económica de la indemnización, que a mí me parece a fin de cuentas una rebaja de la retribución económica, y al resto de los trabajadores, que deberán contribuir para pagarle subsidios o de desempleo, o asistencias sociales, porque entiendo que un país como el nuestro no se le puede abandonar a su suerte, ¿o sí?.

Pero por la misma razón existe un coste para el resto de los empresarios que también deberán sufragar los costes de los subsidios, aunque no acudan a la fórmula del despido para mejorar la cuenta de resultados, quizás estos últimos opten por pasar la crisis optando por otra estrategia distinta, mejorando la gestión de sus clientes por ejemplo, buscando situaciones contractuales distintas que peritan capear mejor la crisis, o mejorando la relación de los proveedores, consiguiendo mejores precios, o mejorando el catalogo de servicios, cualquier otra estrategia, a la larga y seguramente vía impuestos terminará pagando, y siendo lastrado por esos otros gestores, con lo cual la máxima de que el mercado debe expulsar a los malos gestores, se da la vuelta y realmente penaliza a los que hacen las cosas bien, mi conclusión es sencilla, en abaratamiento del despido no solo no crea empleo, sino penaliza a los buenos gestores.

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