El Faraón contra Maslow (y III)

Lo realmente difícil es crear, y para crear es necesario ser creativos, y esto es más fácil decirlo que hacerlo, no se manda un memorándum a los trabajadores, y al día siguiente son unas personas creativa, proactivas, y unos trabajadores ideales. La creatividad es para quien se la curra, y cambiar la cultura de la empresa cuesta mucho trabajo, paciencia e inteligencia, vamos cambiar el cerebro, y eso si el “body” no está muy castigado. A mediados del siglo pasado un psicólogo americano creó un modelo que intentaba ordenar los refuerzos que nos motivan a las personas, un modelo mecanicista del comportamiento humano.

Este hombre se llamaba Maslow, y su teoría se denomina “pirámide de Maslow”, o también jerarquía de las necesidades de Maslow, la idea básica es que existen cinco jerarquías de necesidades, pero no nos preocupamos en satisfacer una de las jerarquías hasta haber satisfecho la anterior, estas son en orden ascendente, primera las necesidades fisiológicas, comer, beber, dormir. La segunda las necesidades de seguridad y protección, la salud, el empleo, la propiedad. La tercera las necesidades de asociación y aceptación, familia, amigos, amor. La cuarta necesidad de autoestima, libertad, reconocimiento, fama. La quinta auto-realización son las necesidades más elevadas, a través de él se encuentra el sentido de la vida, y somos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos.

Parece claro entonces que si necesitamos personas creativas que parece que es la receta para la crisis necesitamos personas motivadas, que por supuesto tengan sus necesidades fisiológicas y de seguridad cubiertas, hasta aquí es cuando un gerente necesita trabajadores que se consideren adecuadamente pagados y con seguridad laboral, pero a partir de aquí no es una cuestión de dinero, no con más obtenemos mas motivación, sino que son otros aspectos los motivantes, un buen ambiente de trabajo, buena relación con los compañeros o una valoración positiva y publica por parte de la dirección pueden hacer crecer a los trabajadores, que a fin de cuentas serán los que hagan crecer a la organización, o en los peores momentos sacar a la empresa de la crisis.