Cloud computing ( y II)

Como todo que arranca de nuevo promete un montón de ventajas, pero con el tiempo también descubrimos inconvenientes, debemos trazar pues un estrategia que nos permita aprovecharnos de lo primero y minimizar los últimos. Una de las principales ventajas es sin duda la inversión inicial, si nosotros intentamos arrancar cualquier servicio comprando únicamente tecnología en desembolso al principio deberá cubrir no solo la infraestructura y las licencias de software que necesitemos, sino que además deberemos contar con un servicio de operación y mantenimiento adecuadamente cualificado, o sea formado y organizado y esto tiene un coste, además un coste alto, otro ventaja la podemos encontrar en el tiempo de disponibilidad, poner en marcha una infraestructura y un servicio nuevo lleva bastante tiempo en el mejor de los casos, pero llegar a ponerlo en funcionamiento con SLA deseado puede llegar a ser una odisea.

Pero seguro que nos vamos a encontrar dificultades, la primera de ellas es que podamos disponer en algún operador del servicio que nosotros deseamos, y que lo encontremos con la misma tecnología, una migración de tecnología de un servicio quizás sea uno de los peores escenarios que nos podamos encontrar, pero una vez que consigamos el proveedor del servicio necesitamos pactar un SLA del servicio, que será bastante complejo, ya que no solamente tenemos que asegurarnos de la disponibilidad del servicio sino también del rendimiento, la capacidad, la continuidad, la monitorización, las operaciones y el mantenimiento, pero además si hacemos caso de la doctrina de gestión de proveedores deberemos tener en la recamará otra posibilidad porque la mortandad de este tipo de servicios es muy alta. Pero también si hay escenarios desfavorables, también hay escenarios que pueden ser muy favorables, si ni servicio está siendo diseñado, tengo la posibilidad de que tanto la arquitectura como los componentes se adapten a esta nueva filosofía, más aun si es un servicio pensado para ser utilizado por usuarios de Internet.



Es más, las limitaciones pueden ser debidas a nuestro propio negocio, una de las preguntas es que trabajaríamos en la nube si se trata del core de nuestro negocio, pues habría que ver qué tipo de servicio nos proporcionan, pero seguramente para este servicio, que se entiende que nosotros lo hacemos mejor que los demás y que no nos interesa perder el control sobre él, ya que somos capaces de optimizarlo y mejorarlo continuamente, puede no encajar en esta filosofía. Siempre hay una solución para esto y es montar una nube privada si la planificación así lo recomienda, donde nosotros podemos implementar esas funcionalidades incluso ofrecerlas a terceros u optar por un proveedor de infraestructura o un proveedor de nubes.